jueves, 17 de septiembre de 2009

Mi cuarto huele a "amor de roedor".

Hoy me siento un tanto avergonzada.

A veces no sé quien es esa que me mira a través del espejo. ¿Qué ha pasado?
Yo nunca fui una cobarde, y de pronto me veo atenazada por tantos miedos que casi ni puedo respirar. ¿Qué me ha pasado por el camino?
Creo que los pilares en los que me estoy basando están equivocados. Pienso en antes, en la "inocencia" y sé que sobre ella basaba ideas realmente fuertes. Caida la inocencia caidas las ideas, y ahora este dejarse llevar, este no imponerse, este "pasar"... Este no defender nada porque nada es objetivo, porque nada importa realmente a excepción que tu quieras que importe, y francamente no quiero que me importe nada.
Esta frialdad, lejanía, inhumanidad, soberbia, orgullo y dolor. Sobre todo dolor, dolor encubierto de rabia.

Antes plantaba cara, mostraba los dientes, sacaba las uñas. Ahora me descubro escondiendo el rostro entre las manos para que no me lo arañen a mi.

No basta solo con ser "buena persona".
No basta con eso.
Nunca he querido ser alguien débil, y en mi autoengaño me he dado cuenta de que es en lo que me estoy convirtiendo.

Esconder la cara para ahorrarse las bofetadas, ese no es el modo.

sábado, 12 de septiembre de 2009

La admiración por la gente, tarde o temprano siempre acaba cayendo.
Yo ultimamente jamás sentía admiración por nadie, como mucho, tan solo un cierto respeto.
Las características inherentes al -ser- humano eran demasiado visibles para mi estricta consideración de la virtud pura. La virtud pura, osease en mi filosofía la ausencia por entero de debilidad.
Y todos somos débiles, eso, sin duda. Pero algunos es que lo son de la forma más superficial y estúpida... Entonces llego a la cruda conclusión de que ya no me queda ni un poquito de respeto que sentir por nadie.

No quiero que se me malinterprete, ni mucho menos. Yo no soy una "virtuosa", pero al menos abandero mis defectos, no los llevo con orgullo, pero tampoco los maquillo, ni les doy una vuelta de rosca disfrazandoles de virtudes; no voy por ahí creyendome un alma superior en medio de una horda de mentes supérfluas. Eso es, lo que ahora, realmente me da muchísima risa.

Ya no sé,
que más cosas estúpidas me quedan por ver.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Me veo fumando, tragandome el aire, intentando hiperventilar en el momento. Pero nada. No aparecen mareo ni embotamiento, no hay respiro.

Muchas veces me da la paranoya de si todo fue real, de si de veras no fue un producto de mi mente.
Pero entonces siento ese dolor, que se aferra a mi estómago y me estrangula la garganta, y sé que todo fue cierto. Equivocado, pero cierto.
Ese dolor es tan tangible como mi dedo meñique, y no puede haberse autogenerado.
Ese dolor viene de algún lugar que no soy yo, y que muy probablemente seas tú.

Que triste se me hace el no poder mirarte a la cara, y que tú, tampoco puedas hacerlo. Que triste se me hace que de pronto seamos como dos desconocidos, que después de todo lo que pasamos no tengamos nada que decirnos. Pero sobre todo, que triste se me hace intuir que tú ya jamás serás -tú-, al menos el -tú- que yo conocí; y que yo, por descontado,yo ya jamás volveré a ser -yo-

Y tras ese choque momentano con la realidad que me suelo ocultar a los ojos, me pongo a leer. Me pongo a leer historias que nada tienen que ver conmigo, que me alejan de este cuarto, de estas cuatro paredes y de esta cama. Espero que las historias acaben carcomiendome el cerebro con su dosis de realidad paralela
y que se me quede la masa encefálica como un queso gruyere. Royo Don Quijote. De veras que lo espero.

lunes, 7 de septiembre de 2009


El otro día anduve pensando en -cuidar gente-
Ni siquiera sé si lo pensé dormida o despierta, o si es una idea que ya tenía hace tiempo y algo me la recordó... eso me pasa mucho.
Existe gente cuyo sentido en la vida es cuidar de otro, en ello ponen su empeño. Y lo hacen bien, con mimo; dan todo lo que pueden dar de sí.
Creo que cuidan de otros porque jamás se cuidaron de si mismos, jamás les preocupó; eso no era para nada lo impotante.
Luego ocurre que "el otro" se esfuma, y ellos se quedan sin nadie a quien cuidar, sin -sentido- , y tan "dados de sí" que no pueden ni recuperar su forma.

No le pasa a mucha gente, porque mucha gente suele ser egoista.
No está para nada bien ser un egoista, un "ensimismado" pero el otro extremo ya descrito también dista mucho de llevar una vida humanamente saludable.

viernes, 4 de septiembre de 2009

martes, 1 de septiembre de 2009

..sabes lo que creo?

Se ven chispas en el forro de tus parpados, guardas rencor bajo tus pupilas
y te cubres la cara con falsas y despreciativas muecas.
Te crees ácida y corrosiva, pero lo cierto es que en tus ratos libres te aovillas como un gato en los alfeizares de las ventanas.
Te has replegado tanto que ya casi ni te encuentras. El odio te ha consumido tanto que te has ido quedando pequeña.
Has creado una fachada tan imponente, que ya casi ni tu misma la franqueas.
En tu ira te crees poderosa, te crees que caminas segura, que tienes atadas las cosas, pero lo cierto es que las rodillas todavía te tiemblan.

¿Sabes que es lo que creo pequeña? Que tus miserias no te hicieron fuerte, solo te dejaron maltrecha.
¿sabes qué es lo que creo pequeña? Que ya no te fias de nadie, ni de ti misma siquiera.



Estoy comiendo galletitas de Hello Kitty. :3
Anoche no pude dormir bien.
Se me ha ido la furia corrosiva, ahora solo tengo estrés
=S