Todo ese estatismo, toda esa calma aparente.. No son más que mentiras. Un día la rabia nos destruirá desde dentro, y muy probablemente será lo mejor que nos podrá haber sucedido. Solo hay que esperar a que ese día llegue para que explotemos en silencio, para que al fin, nos destrocemos por fuera tanto como lo estamos por dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario