lunes, 31 de agosto de 2009

Hate


El odio de veras que me fascina, normalmente tengo la vida de una planta. Bueno, no exactamente de una planta, quiero decir ese típico comportamiento inmutable, plagado de sonrisas tontas y agradables, y mierda similar socialmente aceptable. Pocas veces me cabreo, pero cuando me cabreo de veras es realmente alucinante, como un subidón de adrenalina que me palpita en las sienes. Algo así. Creo que el odio puede mover cosas realmente grandes. Hacerte realmente fuerte, pese a todo lo que el mundo diga de que es malo y bla bla... a mi a veces me falta odio.Así de claro. Paradojicamente cuando me cabreo puedo ser realmente inestable y peligrosa, pero como casi nunca me pasa, pues bué. Pero creo que me podría ahorrar muchos vaciles de mucha gentuza si pudiera conseguir más dosis de odio intravenoso. ¿De donde lo saco? buena pregunta, una vez que se va, vuelvo a ser la yo-todo-parsimonia y no queda de él ni una pista.

Terciando, ya tengo escáner, y photoshop! :D
Puede que parezca una gilipollez, pero yo soy de esa clase de gente que anda sumida en un bonito y tranquilo pleistoceno antitecnológico normalmente. =.=

Por desgracia los tiempos corren y esas cosas.

Trainspotting, acabado. :)
Muy crudo, pero me gusta leer miserias, sobre todo si son ajenas.

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